Relatos cortos, reflexiones en voz alta, experiencias de vida y algún que otro recuerdo sentimental para mis amigos y compañeros, todos grumetes en este barco nuestro que es la vida; una vida que hemos decidido compartir. Para vosotros, esta bitácora.

miércoles, 17 de enero de 2018

Crónicas lunares, o la vida de una española emigrada a Lituania

Fría, gris y con vistas magníficas...así podría describirse, grosso modo, la luna.

Fría. Lituania es, cada vez más gracias al cambio climático, un país de frío constante: aunque en invierno ya no nieva a mansalva como antes y no hiela como era la costumbre, sigue haciendo frío; pero lo realmente lamentable es que el verano está desapareciendo. Los largos días soleados que caldeaban los campos de cereales en estas tierras cada vez son más escasos, así que el año lituano empieza a parecer un largo e ininterrumpido otoño, con fríos, aguaceros, vientos (¡oh, los vientos en Lituania!) y nieves de vez en cuando...

Gris, porque, aparte de la lluvia, el sol aparece con cuentagotas, haciendo estragos en la salud de la gente, y en el humor, para qué contar...

Con vistas magníficas, (por fin la parte buena), porque la naturaleza, en esta tierra regada de contínuo por las reservas celestes, es exuberante: incluso en los días más grises, cuando la ciudad parece una enorme masa de asfalto y la depresión está garantizada, el campo sigue haciendo gala de una espectacular paleta cromática , nutrida con multitud de tonos de marrón, rojizo, amarillo y algo de verde. (No todo podía ser malo).

Es en esta luna tan particular a donde, con los mejores deseos e ilusiones y mochila al hombro, me fui hace ya casi 6 años.
Para cualquier español, este lugar tiene cosas que no podrían dejar de sorprenderle... Uno se acostumbra a ellas con el tiempo, pero, de vez en cuando, no puede uno dejar de decirse en su fuero interno: “Raritooos...”, aunque, para ellos, el raro, evidentemente, eres tú.

En estos días, me propongo cumplir con el propósito que me puse hará cosa de 3 años, esto es, contar toda clase de anécdotas y detalles interesantes que una expañola en el semiexilio voluntario, y que con una familia lituana compuesta de marido y suegros, tiene que vivir a diario.

¡Bienvenidos,pues, a la luna, queridos viajeros!

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