Relatos cortos, reflexiones en voz alta, experiencias de vida y algún que otro recuerdo sentimental para mis amigos y compañeros, todos grumetes en este barco nuestro que es la vida; una vida que hemos decidido compartir. Para vosotros, esta bitácora.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

So many partings


A lo largo del presente año 2010 he enterrado a los tres abuelos que aún me quedaban, a saber, mi abuela paterna en enero, mi abuelo parterno en marzo y mi abuelo materno en mayo, (éste último tras un agónico proceso de enfermedad que duró todo el mes de abril).
A la tristeza propia de perder a familiares queridos y de percibir su ausencia en cada uno de los rincones donde ha quedado algo que, faltando ellos, ha perdido su razón de ser, le ha sucedido con el tiempo la consciencia de un hecho que, si bien es lógico, me parece especialmente trágico. Con la desaparición de la generación más anciana de mi familia desaparecen todos aquellos que conocieron un mundo del que ahora sólo hablan los libros y las películas de Berlanga, y que, pese a estar a la vuelta de la pasada esquina, nos parece ignoto e incluso surrealista. Han desaparecido los testigos presenciales de España de la posguerra, esa España rancia y profunda sumida en la miseria, los prejuicios y el fanatismo religioso; una España contradictoria, depauperada, hambrienta e ignorante, pero al mismo tiempo llena de gentes tremendamente humanas y de valores que hoy sólo aspiran a producir risa, cuando lo que deberían es producirnos lástima, lástima de que se hayan quedado atrás.